15 octubre 2009

UP (en 3D)


La película de ayer no podía ser otra que la nueva de Pixar.

¿El argumento? Irrelevante. A estas alturas los responsables de la resurrección de Disney no necesitan de eso para atraer a las masas. Aún así, ahí va: cuando un viudo solitario vendedor de globos (Carl Fredricksen) es forzado a cambiar su hogar por el asilo de ancianos, decide que ha llegado el momento de realizar el sueño de su mujer de ir a Sudamérica. Para no desprenderse de sus recuerdos, se lleva la casa con él. En el momento del despegue había un niño en su porche, así que tendrá que llevárselo a regañadientes.


Las situaciones inverosímiles se suceden y la música clásica acompaña como en las animaciones de los años cincuenta, un giro llamativo precisamente en la primera película en 3D de la productora.

Como de costumbre, la historia incluye una amistad improbable, fantásticos personajes secundarios, acción, humor, ternura y un guión pensado para ser disfrutado a cualquier edad (en la sesión a la que yo fui había bastantes más adultos que niños).

Los efectos en 3D son menos espectaculares que en otras películas, quizá porque la productora siempre ha intentado dar relieve a sus personajes y decorados. En muchas ocasiones podías quitarte las gafas 3D y no notar la diferencia.

La trama ha quedado algo compleja para mi gusto y es la primera vez que he salido de una película de esta productora sin querer volver a entrar en el cine o comprar el DVD, pero sigue dejando muy claro por qué Pixar son los amos en el mundo de la animación.

Y aquí va el corto que precede a UP. Este sí que gana en 3D:


Por cierto, que nada más escribir sobre lo inverosímil de la trama, ya me entero de que hay un niño de seis años en Colorado que ha intentado copiar la hazaña.

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