26 junio 2010

Escenas de verano en Glasgow

Parece que ya arranca el verano. En casa llevamos unas tres barbacoas, espero que este fin de semana sea la cuarta. Los descansos de la comida se pasan en la charca cerca del trabajo, mirando patos y oliendo la crema solar de mis compañeras, que parecen ser hipersensibles al sol.

Estos dos machos de ánade real parecen nadar entre los óleos de Monet. En realidad los reflejos son de los rododendros salvajes del estanque del parque Pollock.

Siguiendo con el citado parque, en pocos sitios se puede disfrutar de paz y soledad tan absolutas como en Escocia. Esta imagen está tomada a menos de cuatro kilómetros del centro de Glasgow.

Tan comunes como las margaritas crecen lo que aquí llaman "buttercup" (tacita de mantequilla). Son difíciles de fotografiar porque, además de tener un color muy uniforme, los pétalos tiene una textura muy brillante, como si estuviesen cubiertos de cera. En España, esta florecilla no ha tenido tanta suerte con el nombre. Ranúnculo no suena ni remotamente tan encantador.

Con el calor, el olor de las espléndidas rosas de mi vecino llega incluso antes de poder verlas.

Que paséis un buen fin de semana. Y si continúa este tiempo y no contesto al teléfono fijo, ya sabéis por qué es.

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