19 agosto 2010

India (III) Amanecer en el Ganges.




En total sincronismo con la aurora, llegamos de nuevo al Ganges. Hoy, la ceremonia es el río en sí : esa corriente de líquido misticismo y sucias aguas.


A bordo de una barca y al compás del leve ruido de sus remos nos deslizamos aguas abajo. La placidez reina en nuestros corazones y el aire húmedo del amanecer parece portador de una anhelada armonía con el cosmos. Se habla poco. Algunos depositan en el agua velitas encendidas, y a popa se quedan titilando ofrendas y plegarias... Esperanza y fe, cuna de toda mitología.



El lento navegar nos permite ir viendo los ghats – balnearios de sultanes y reyes – que, por decenas y de muy variada arquitectura, ocupan todo el flanco derecho del cauce. Todos ellos terminan en unos escalones que se pierden en el agua. En ellos tiene lugar un cotidiano ritual de rezos, abluciones, lavado de ropa y todo tipo de enseres, baños y cremaciones: Toda impureza o mancha podrá ser borrada por las aguas redentoras del sagrado río, corazón del hinduismo, que hace de Benarés lugar de peregrinación, y, de su latir, la perpetuación de milenarias creencias.



En el cielo, unos lánguidos rayos dorados rasgan su vaporosa túnica argentada. Nuestra pequeña nave gira para, en sentido contrario, repetir el recorrido. Otra vez podemos recrearnos en tan marcado lugar y en las tan singulares escenas de esta hora mañanera; “contaminarnos” de sosiego para el espíritu y alcanzar la pureza en unas aguas putrefactas. Lo uno y su contrario, la absoluta diversidad en el todo, así es Benarés,así es India.



Nuestro corto periplo termina en los ghats de Mani Karnika y Harischandra; los destinados a las cremaciones. Echamos pie a tierra y ascendemos hasta ellos en una nube de ensimismamiento y emanaciones del “más allá”.

Hablaré de ello.

8 comentarios:

  1. El rítmico sonido de los remos sumergiéndose en el agua me ayudó a ponerme en situación, a ser consciente del milagro del que estábamos a punto de ser partícipes: el nacimiento de un nuevo día sobre aguas milenarias, las del río Ganges.

    Nada más tengo que añadir. El resto lo ponen tus palabras. Te plagiaría una vez más, Demián.

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  2. Sin duda es un privilegio poder visitar el Ganges. Espero el siguiente post con impaciencia!

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  3. Sensible y gratificante como siempre, Ansel.
    Un beso

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  4. Tendrás el siguiente post, Azur. ¡No podría defraudarte!
    Gracias por tu interés

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  5. Me come la envidia cada vez que leo tus posts sobre viajes. Además, estoy seguro de que eres precisamente eso, un viajero y no unn turista. Un saludo.

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  6. Casi se me pasa esta entrada, ya sabes... las ocupaciones de agosto, pero es realmente interesante e impresionante, saber y leer algo del Ganges, ¡una auténtica maravilla de entrada!, hasta la próxima. Un abrazo.

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  7. Siento tener que rectificarte, J, pero soy un pu.. turista que tuvo, años atrás, potencial de viajero, y, hoy, agradecido por tu favorable comentario.
    Saludos

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  8. A ti, don fernando, un abrazo fuerte y gracias por ser uno de nuestros fijos lectores.

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