26 enero 2011

India (XII) DELHI




El viaje concluye, y Delhi es la última etapa. Aquí remata este oleaje de descubrimientos que aún nos reserva unas horas intensas antes de la despedida.

El hotel está atestado de gente y el calor húmedo no ceja en su opresión. La ciudad transpira a borbotones de claxon, dejándose recorrer por un fluido denso de motores y personas; se convulsiona o serena según el barrio y, en mutación perfecta,  bien conmueve con una escena de carencia extrema o bien se muestra soberbia con sus joyas arquitectónicas.

Delhi respira el aire de la supervivencia sin aparente terapia para una mejoría, arrastra historia secular y vive intensamente una juventud espléndida de ecuménica proyección; su corazón late con el vigor necesario para que nada se pare.

Como células sanguíneas enquistadas en el metálico artilugio con aire acondicionado, discurrimos por las venas de la metrópoli haciendo recesos frecuentes.

Nos detenemos a ver el Mausoleo de Humayun. Nos tomamos con tiempo el recorrido por el complejo de QUTB: sentimos su antigüedad entre sus ruinas de 1198 y fotografiamos su emblemático minarete, al que sus 72 metros de altura le hacen no tener rival en todo el globo.

También visitamos el RAJ GHAT, donde un fuego de imperecedera llama recuerda al libertador de la India, Mahatma Ghandi. Su mausoleo es de geometría sencilla en mármol negro, rodeado de un entorno de plácido aire y verde suelo.

Con cierta fatiga y mucha satisfacción, entrada la noche, celebramos la última cena y despedimos a la vieja y nueva Delhi, a la legendaria y emergente India, a la infinita nada de un todo precario... pero siendo sabedores de que una despedida así, jamás es un adiós.




4 comentarios:

  1. Qué bien, qué bien la descripción del pálpito de la ciudad. Pura literatura. Me ha venido a la cabeza la novela de Gore Vidal, Creación, cuyo protagonista también se pierde y pasea por las ciudades indias.
    "la infinita nada de un todo precario", toda una definición, de lo que imagino, un mundo convulsionado que se construye a gran velocidad, con enormes contradicciones.

    PD: muy bueno lo de Alex de la Iglesia, buenos argumentos.
    Saludos.

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  2. Hola Demián. Me ha parecido una descripción muy sugerente. Tratada con mucho cariño y mucho respeto. Me gustó notablemente la expresión" vive intensamente una juventud espléndida de ecuménica proyección".Y aunque no he viajado hasta allí tu poética descripción me hace pensar más en esta ciudad viéndola con otros ojos. Gracias. Un saludo.

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  3. Igor, me alegra que te gustara. Tú sabrás lo que haces, pero le has dado un buen lustre a mi vanidad.
    Mi agradecimiento y un saludo.

    tanci, algo parecido para ti... eres muy generosa en tu comentario.
    Yo me temía que os tenía aburridos con India, así que doble dosis de gratitud.
    Saludos

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  4. Impecable a la vez que entrañable tu narración, querido Demian. Siempre.

    Mi gratitud por dar forma a la emoción compartida por aquellas tierras.

    Y por COMPARTIRLA.

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