03 agosto 2011

Aberdeen, granito y oro negro

¿Y tú, qué vas a pintar ahí?
Esta es la frase más contestada si en Escocia dices que vas a Aberdeen. Es conocida como "la ciudad gris" o "la ciudad de granito".


No es difícil entender la razón de los apodos. Prácticamente toda la ciudad, sean construcciones nuevas, antiguas, monumentos o pavimento, esta hecha del mismo material: granito.

Cuando fui hacía sol pero cuentan que, en días oscuros, las fachadas y tejados se entremezclan con el cielo. Por la noche, apenas la luz de las ventanas sugiere su existencia.


Como en tantísimas poblaciones británicas, el centro es "High Street". En ella se aprecia la opulencia de una población que vive del petróleo. El crudo se extrae de plataformas en el Mar del Norte, cuyas aguas están en Escocia, también lo están las refinerías, pero las ganancias son socializadas por el gobierno británico, que las reparte principalmente entre ciudadanos ingleses. Así, no es de extrañar que Aberdeen sea el baluarte del movimiento nacionalista escocés.


No sólo se conoce Aberdeen por las frases mencionadas. A los habitantes de esta población les gusta referirse a ella como "la ciudad de plata con arenas de oro". Quizá tanto metal brillante sea empujar la fantasía algo lejos pero, con una playa de más de dos kilómetros a escasa distancia del centro, no les falta razón en sentirse afortunados.


De camino a casa toca parada en el castillo de turno. Las ruinas de Dunnottar se extienden a lo largo de una península rocosa de más de una hectárea, rodeada de acantilados de unos cincuenta metros de altura. A través de los restos de la torre del homenaje, los cuarteles, casas, establos y almacenes, o de los menos ruinosos salones y capilla se descubre la importancia de esta fortaleza casi inexpugnable.

En tiempos, la fortaleza dio cobijo a William Wallace, María I de Escocia, el Rey Carlos II o las joyas de la corona escocesa. Hoy, las rocas son residencia de decenas de miles de pájaros que convierte esta extensión en un santuario de aves marinas. Algunas escenas de la película Hamlet, con Mel Gibson y Glenn Close, fueron rodadas aquí.

¿Y yo, qué fui a pintar ahí?
Pues trabajo, cochino trabajo. Es que con la crisis se sufre mucho.

7 comentarios:

  1. Me he enamorado de la última foto ;) las restantes no están mal, pero el granito me resulta ciertamente tosco. Conocía Aberdeen porque me suena el nombre de su equipo de fumbol, así que gracias por enseñar algo más. Y, por supuesto, ánimo con el trabajo :)

    ResponderEliminar
  2. Pero.. El castillo de turno.. Si es un 10. Inexpugnable en 3 de sus 4 flancos. Bueno, espero que el maldito trabajo vaya bien.
    Por cierto, el castillo parece tener un nombre nórdico. Quizás no. Aunque los vikíngos eran amantes de dar largos paseos por esas tierras.
    Las playas, preciosas. Sí que causa extrañeza tanto granito, parece una reproducción, ¡toda la ciudad!
    Muy bonito esto de socializar las ganacias del Mar del Norte. En fin, el gobierno inglés podría califcarse de jacobino en muchos aspectos, aunque tal apelativo no creo que les gustara. Aún recuerdan las gestas de Azincourt.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Explorador: se supone que Aberdeen también tiene grandes jardines. Lo que me dio tiempo a explorar tenía buena pinta, pero efectivamente, la monotonía en los materiales se echa encima. Con el castillo tuve impresiones encontradas: por una parte, es igual a como salen en los libros de texto sobre la Edad Media, por otra, tanta ruina, cuando otros aguantan tan bien, da pena.

    Igor: todo castillo es susceptible de ser destruido de la misma forma que lo fue este: traidores. Después, los gastos de mantenimiento precipitaron el resto.

    En Historia no estoy muy puesta, pero esa zona me parece recordar que presume de ser de origen picto, que creo que es una tribu celta. Eso también explicaría el nombre.

    Lo que menciones del petróleo es otro motivo por el que el nacionalismo escocés no arrasa: los escoceses son bastante socialistas y la idea de un partido nacionalista financiado fuertemente por magnates del petróleo, aunque mantenga importantes políticas sociales, produce recelo.

    ResponderEliminar
  4. Poe lo menos ahorran en pintura ya que el granito al ser material fuerte no treminará deteriorándose.La fotos siempre me parecen muy buenas.Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Pues la ultima foto me parece fascinante! y muy bonito!
    aunque aberdeen debe dar miedo por la noche o en los dias más nublados (que en Inglaterra son muchos) no?? porque tan gris todo!! ejjeje

    UN BESAZOO!:)

    ResponderEliminar
  6. tanci: Gracias. Aquí, pintura se usa poca, por el clima. En el resto de Escocia lo que prima es la arcilla o, en construcciones más modernas, el ladrillo.

    Juliet: fue la visita más llamativa, si. Hubiese sido increible ver ese castillo en pleno apogeo.
    Eso sí, si algún día vas por Aberdeen, cuida el vocabulario: confundir la cuna del nacionalismo escocés con Inglaterra puede ser muy, muy ofensivo...

    ResponderEliminar
  7. Pero el granito de Aberdeen no parece gris uniforme.
    Veo tonalidades rosas, celestes, ocres, mucho feldespato variado.

    ResponderEliminar