18 febrero 2013

¿Por qué no se estudia Ciencia?

Hace un tiempo que este vídeo pulula por las redes sociales. No es de extrañar, combina una respuesta sencilla a un problema complejo con un tipo melenudo de esos con los que Punset gusta susurrar grandes verdades de  madrugada. El protagonista es Michio Kaku, uno de los físicos creadores de la teoría de cuerdas. Michio recoge el testigo de Stephen Hawkings en el siglo XXI. Al igual que el famoso discapacitado británico, tras desarrollar una notoria contribución a la Ciencia y un estilismo singular, Michio se dedica a escribir libros en los que simplifica teorías complejas hasta que no las entiende ni la madre que las parió. En este vídeo explica por qué cree que escasean las vocaciones científicas.

Parece difícil de rebatir. Pero sustituyamos la variable "Ciencia" por "Humanidades". Cambiemos minerales por Prehistoria y tectónica de placas por II Guerra Mundial. Resultado: el discurso sirve para explicar el desinterés en cualquier disciplina del conocimiento.

Personalmente, creo que la falta de vocaciones tiene una raíz más pragmática. Para estudiar Ciencia hace falta una base de Matemáticas. Cualquier alumno que ve un temario de Humanidades sabe contando las hojas cuantas horas de estudio necesitará para dominarlo. En el caso de las Matemáticas, el aprobado depende además del tema, de lo bien que lo haya explicado el profesor y de lo despejado que se esté el día del examen. Demasiadas incertidumbres para una materia sin aplicación inmediata. Si a esto unimos que la imagen del científico medio es de un investigador de gran capacidad de trabajo y microscópica cuenta corriente, la decisión está tomada.

No tengo la solución al problema. Sólo vagas ideas:

Algunos amigos humanistas me han preguntado cómo he podido hacer una carrera "tan fea" como Física. Cuando recuerdo las horas pasadas en el instituto aprendiendo sobre piedras cayendo de globos, solenoides y demás pajas mentales de nula utilidad en la vida diaria, entiendo el desinterés. Pero, de vez en cuando, esa misma gente vuelve extasiada tras leer historias de universos paralelos, el bosón de Higgs o de por qué hace más calor en una habitación con nevera. Quizá una medida sería mostrar el nexo entre la base de la ciencia que estudiamos en la adolescencia y temas útiles o que generan curiosidad. Pongo ejemplos:

En Física, podríamos comentar la relación entre vatio y factura de la luz. La ley de decaimiento exponencial y el campo eléctrico podría complementarse con una descripción de las centrales nucleares y otras formas de generar energía.

Tras la introducción al átomo y la física de partículas, una explicación de por qué se invierten billones de euros en el Colisionador de Hadrones de Ginebra.

O mostrar las pruebas de que el hombre llegó a la Luna.

En Biología, sería bueno aprender qué son los ensayos clínicos y su aplicación a la aprobación de medicamentos, de modo que cualquier chaval pudiese formar un criterio propio sobre la industria farmacéutica, medicinas alternativas, homeopatía, etc.

Entender qué es una célula madre, cómo se obtienen y las dificultades que entraña su posible uso terapéutico contribuiría a desmontar mitos.

En Matemáticas, resaltar la relación entre estadística y medicina, funciones y economía, probabilidad y seguridad informática, lógica y electrónica o incluso entre la trigonometría y la creación de mapas la haría más cercana.

Pero esas no son las únicas utilidades de la Ciencia. Al igual que todos entendemos que estudiar inglés abre ciertas puertas, es importante que profesionales, padres y educadores demos información honesta y completa sobre las oportunidades laborales y formas de vida a las que se tiene acceso con la Biología, las Matemáticas o la Geología, por ejemplo.

En resumen: si queremos que un joven deje de ver estudiar Ciencia como un esfuerzo estéril, tendremos que darle buenos motivos para ello.

6 comentarios:

  1. Miércoles, me gustaría que mi hija estudiara ciencias, si estudia. Además, creo que las mates son un tema candente.
    ¿Por qué no se estudia ciencias? De hecho, la mayoría de estudiantes deberían ser de ciencias para que las cosas funcionasen.
    Hay el escollo de las mates, tuve profesores flojos y me perdí para siempre y no encontré el hilo. Vale, pero sólo es un punto. Creo que la gente tiene la percepción de que son carreras feas, como dices, adustas. No lo veo así. La crisis, que todo lo cambia, hará que algunos estudiante y padres (otro factor de peso) miren a las ciencias de otra manera.
    Estudiar humanidades apenas tiene recompensa en lo laboral. No es suficiente.
    Esto y el cambio de percepción (en la prensa hay un cambio de percepción, por ejemplo), invitan a un optimisimo moderado.

    Qué tío este japonés. Las teorías de la creación del universo son simplemente alucinantes.
    Saludos.

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    1. Yo también creo que la crisis va a ayudar en este sentido.

      La recompensa en lo laboral es un tema importantísimo y casi tabú. Carreras con paro prácticamente nulo y sueldos altos como Matemáticas no tienen números clausos mientras otras de muchas menos salidas como Informática se llenan, porque casi nadie se toma la molestia de comprobar el tópico de que Matemáticas sólo sirve para ser profesor. Por otro lado está el tema de la "vocación". Hace unos años enseñé mi trabajo a un grupo de potenciales residentes (posgrados de 23-24 años). Recibí instrucciones específicas de no decirles que la radioterapia era la rama de la física médica con más trabajo, para que los que viniesen lo hiciesen por "vocación". No hice caso, porque a los que sólo tiene una posibilidad en su lista no escuchan y si el resto creen que van a ser igualmente felices en varios trabajos tienen derecho a toda la información. Pero la idea de que el financiero es un motivo "impuro" es tan absurda como arraigada.

      Los padres no tenemos por qué saber las salidas de todas las carreras, pero creo que debemos ayudar explicando qué puertas abren. ¿Te gusta la naturaleza? Si eres muy bueno la Biología o la Veterinaria te pueden permitir vivir en contacto con ellas. ¿Los ordenadores? Las Matemáticas o la Física son las mejores opciones ¿Te gusta el aire libre y estás dispuesto a correr riesgos por un buen sueldo? con Inglés y Geología conocerás la vida en prospecciones petrolíferas.....

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  2. Hola Miércoles,

    Como futuro arqueólogo y actual estudiante de Historia y (muy) amante de las ciencias como las matemáticas y la física, entiendo perfectamente tu postura. Pero desde mi punto de vista, como estudiante de Ciencias Sociales (la historia y la arqueología son ciencia, aunque les duela a algunos, nada del anquilosado tradicionalismo de "humanidades" o "letras"), la situación es aún peor, pero soy de aquellos que opinan que el futuro se lo trabaja uno, que si quieres trabajar en el campo que te gusta, da igual dónde esté el trabajo. Que si, que la oferta de carreras ligadas a la cultura es nula o seminula y limitada a la docencia y a la investigación en la universidad, pero todo ese conlleva un aire derrotista, en el que se engloban como tu citas, el resto de ciencias, y que es producto de la visión de unos, que por desgracia producen generalización en sus opiniones, pero que por suerte no afectan a algunos, que son los que verdaderamente valoran el estudio en el que se embarcan.

    Además, hay una cuestión peor aún, y es ese conceptualismo de la universidad como herramienta para alcanzar un status económico superior. La universidad proporciona, y ha proporcionado, un conocimiento superior, simplemente. Si comenzamos a darle un matiz utilitarista a la universidad, entonces no tiene sentido nada, ni siquiera la institución. Si la cuestión es crear profesionales para realizar tareas demandadas por la sociedad actual, que sean las empresas las que impartan la formación. Además, de que, por supuesto, de ser así, el 90% seríamos ingenieros, lo que, por otra parte, para nada refleja la realidad, pues, las ciencias naturales y las ciencias sociales son un pilar básico en el sustento de la sociedad, pero dentro de un mundo megatecnologizado y en el que gobiernan las empresas globalizadoras parece carecer de importancia.

    Sólo tengo que añadir que este año, en la universidad de Sevilla, hay matriculados en 1er curso unos 240 alumnos en Historia. Podría añadir datos de otras carreras "puras" como Matemáticas, Geografía, etc., pero sólo dispongo de un conocimiento de ellos meramente "de oídas". Lo que quiero concluir es que, si bien la situación no es óptima, y que muchos de los alumnos acabarán, en el mejor de los casos, como profesor, la esperanza y el valor a las ciencias no está perdido

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    1. Hola Dancareli, bienvenido.

      El DRAE tiene varias definiciones de Ciencia, en alguna se puede incluir la Historia, en otra no. Por el contexto creo que se entiende a qué me refiero, más que nada porque en pocos países hay tanto interés por las Ciencias Sociales como en España. Tú mismo eres un buen ejemplo al definirlas como "ligadas a la cultura". En un país germano se considera tan cultura saber de Historia que de Biología, por ejemplo. Tan inculto es el que ignora quién fue Roosevelt como el que no sabe qué es una célula madre. Ésto no se ve así en países mediterráneos, donde la riqueza histórica y artística supera con creces la científica.

      Cuando era estudiante conocí a un ingeniero que me contó su historia. Me dijo que se metió en Caminos porque pensaba que después de estudiar como un bestia le darían un trabajo donde le pagarían una burrada por lo aprendido. Cuando acabó descubrió que no le darían ese trabajo por los conocimientos adquiridos, sino porque sabían que podía trabajar como un bestia. Nadie utiliza más de un diez por ciento de lo que estudia en la universidad, pero eso no es problema porque el conocimiento no es un fin, sino un medio. Una carrera tiene dos funciones: descubrir a qué quieres dedicarte el resto de tu vida y -ésto es lo fundamental- entrenar tu cerebro para que piense de una determinada forma. La percepción general es que en las carreras de letras las capacidades que se adquieren están relacionadas con la memoria y la expresión escrita. Los conocimientos en Ciencias Sociales no han perdido importancia, es el proceso de aprendizaje de éstos en grandes cantidades lo que la tecnología ha reducido en relevancia.

      Creo que fue en el 2000 la última vez que oí cuanta gente se graduó en Física. Eran unos 300 en toda España. En Matemáticas el número suele ser menor.

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  3. Ay las Matemáticas. Recuerdo que no tuve mala formación salvo una cosa: las probabilidades, las combinaciones, las permutaciones. Jamás pude resolver un problema de esto. Afortunadamente, en el examen, solo hubo uno y pude sacar aquella asignatura. Cuando está mal explicado no hay nada que hacer. Aquí hay para rato. Desde falta de interés o de comprensión del tema por el profesor, desmotivación en el docente, en el discente...
    Luego me fui dando cuenta de que las Matemáticas no solo eran una asignatura más. Resulta que eran el fundamento de todo un mundo, de todo un conocimiento por descubrir: física, química, economía, estadísticas, ingenierías, sostener edificios, diseñar motores y coches, incluso algún materialismo dialéctico en el campo de la historia, buf, un montón de cosas. Pero esa intuición sobre el carácter de basamento que tiene la Matemática me llegó tarde. No lo vi o no lo supe ver. De modo que fue siempre una asignatura que me costó mucho trabajo y sacrificio sacarla y, al final, le cogí manía.

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    1. No me acuerdo quién decía que las matemáticas eran otro lenguaje para describir la naturaleza. Por un lado están las palabras y por otro los números. Muchas veces la literatura de divulgación científica es simplemente una traducción de uno de estos idiomas al otro. El mal profesor es como un mal diccionario, pero con interés por parte de alumno, profesor y padres a veces los párrafos incomprensibles se pueden entender por el contexto.

      El artículo anterior sobre "papables" era un muy simple cálculo de probabilidad. Lo que hice con la edad era un intento de curva gaussiana. La probabilidad es algo que hacemos intuitivamente a diario y si se nos ayuda a verlo de esa manera suele ser sencillo.

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