23 noviembre 2014

El punto ciego de Podemos

Hace bastante tiempo hablaba del punto ciego moral que todos tenemos. Viendo las últimas noticias sobre Podemos, me volví a acordar de él.

Resulta curioso ver cómo Íñigo Errejón presume de sus declaraciones para inmediatamente ser vapuleado por hordas de tuiteros indignados. Mientras, algunos miramos a esa cúpula compuesta por politólogos de la Complutense y entonamos el "se veía venir".

No tengo duda de que cuando los líderes del nuevo partido dicen ser gente decente y merecedores del apodo de "azote de la casta", lo dicen con sinceridad. Pero les tocaron el punto ciego. Porque, sin saberlo, han crecido en una de las pozas más endogámicas y, por extensión, corruptas de este país: la Universidad Complutense. Obviamente, no toda está podrida (ni siquiera la mayoría), pero creo que quienes hayan hecho o intentado hacer un doctorado saben de lo que estoy hablando.



(Sé que el vídeo se de TeleMadrid, que no es bastión de la neutralidad informativa, pero el radicalismo es síntoma de ignorancia y eso es algo que no debería verse en una universidad).

Íñigo Errejón cobró por hacer un trabajo que, según el contrato, necesitaba una dedicación de 40 horas semanales para ser terminado. Incluso si fuese un genio -algo improbable, sino no se hubiese plantado en los 31 tacos de eterno eventual- no salen las cuentas.

En estos momentos, imagino a Pablo Iglesias y compañía reunidos intentando entender qué ha pasado. ¿Por qué lo llaman "contratación a dedo"?¿Acaso no es normal que, si tienes oportunidad, ayudes a un amigo en paro ajustando lo más posible la descripción de un puesto de trabajo a su perfil? Y ya si puedes ¿No es de colega exagerar un pelín las horas necesarias para acabar el trabajo para que tus jefes le paguen más? Y vale, cobró de Podemos mientras tenía ese contrato exclusivo, pero tampoco es que hayan robado millones como los de los grandes partidos.¿Quién lo va a notar? Es picaresca sin víctimas ¿No es lo que hacemos todos?

Obviamente no, no es lo que hacemos todos. A la mayoría de la población le entraría la risa floja si su contrato de cuarenta horas semanales solo implicase cuarenta. Pagan lo justo a amigos y extraños porque lo que entra en la billetera del asalariado sale de la de un jefe con la soga al cuello. Los otros políticos roban más (aunque muy hormonado tendría que estar el toro extremeño para tirar lo mismo por el puente aéreo), pero no se forjaron sin más discurso que la mesiánica promesa de limpiar el templo de mercaderes. En cuanto a las víctimas, que se lo digan a esta miembro de la Plataforma Anti-Desahucios de Málaga (si el enlace no funciona, haciendo click en la imagen se ve más grande):


Podemos saldrá de esta, porque es fácil. Todo lo que tiene que hacer Errejón es presentar un informe sobre la situación de la vivienda en Málaga que se ajuste a lo esperado. Sólo en el Comité Ciudadano hay más de veinte alumnos de su facultad. Se conocen. Se aprecian. Han vivido mucho juntos. Seguro que la mayoría están dispuestos a pasar día y noche trabajando o coaccionando alumnos para cubrirle las espaldas a un colega en apuros.

Pero, cuando un partido tiene tantos peces gordos criados en la misma charca, es lógico pensar que esto sólo es el principio. Seguro que las "becas black", las acusaciones de prevaricación a la novia de Iglesias, las sospechas de que al responsable de financiación de La Tuerca le falte un tornillo o la colocación de una chica hasta ahora sólo conocida por airear las domingas en una capilla (no envidio la resaca del día siguiente) y ser la novia de Errejón como número trece del Comité de decisión (Villarejo es el sesenta y dos) son la punta del iceberg. Y no porque sean corruptos, sino porque, en sus círculos, no hay distinción entre amiguismo y amistad. Es su punto ciego.

Como decía un sabio profesor, lo único que hace falta para tener trapos sucios es vivir lo suficiente. Nadie está libre de pecado y pocos son los que no lo entienden. Pero lo que sí es decisivo es lo que se haga después. Reconocer nuestro punto ciego es difícil pero, una vez expuesto, ignorarlo puede ser letal.

4 comentarios:

  1. La nueva generación busca hacerse un sitio en el mundo, porque la anterior ya ha construido el suyo, y en él los nuevos no encuentran su silla. Pero la generación todavía en el poder no va a dejar el paso franco a la nueva, que lo quiere conquistar. Se lo va a poner muy difícil.
    ¿Que no es un asunto meramente generacional? No (aunque Villarejo ocupa el sesenta y dos en el nuevo partido), es peor, pues Podemos pretende la extinción del statu quo desde la Democracia. Y los de la "casta" no se van a dejar. En Armas de mujer (precisamente su director acaba de fallecer), el personaje de Melanie Griffith confiesa que: "Uno puede saltarse las reglas cuando está arriba pero no mientras intenta llegar, y cuando se es alguien como yo no se llega arriba sin saltarse las reglas”. Y si ninguno de los recién llegados se salta las reglas, los del statu quo intentarán que lo parezca. Así que, si encima, hay pie para pensar que se las infringe, más fácil acusarlos de hacerlo. Claro, la idea que se quiere propagar con este aluvión que está cayendo sobre los recién llegados es que, si en lo pequeño se trampea, qué será en lo grande.
    Seguir esas reglas para ascender puede referirse en el caso de la política a ingresar en las Nuevas Generaciones de cada partido, la cantera en términos futbolísticos. Me imagino que ahí empiezan a fraguarse las primeras deudas y algunos no querrán pasar por el aro.
    Veremos en qué acaba esta aventura. Todo es, cada día, más extraño, más complicado y uno no puede sino volverse rematadamente escéptico.

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  2. Algunas cosas creo que son más simples de lo que comentas. Cuando fue el referendum en Escocia, mucha gente criticó a los medios por ponerse del lado de los unionistas (de la "casta" de Westminster, que diríamos en España). Recuerdo un artículo en The Guardian que explicaba que no era eso, mas bien que, como los jóvenes no consumen tanto los medios tradicionales y los mayores son mayoritariamente unionistas, les salía a cuenta tomar partido por la unión. Creo que algo así pasa con Podemos, que de momento han hecho más como fenómeno mediático que de partido político. La gente los quiere ver y el drama vende. Por eso son ellos los que salen en la TV y no Ganaremos, por ejemplo.

    Lo que yo intentaba explicar aquí es un poco lo que desde otra perspectiva comenta Gerardo Tece (un militante de Podemos): todos tenemos trapos sucios, incluso sin saberlo. Lo importante es qué hacer con ellos una vez expuestos. Personalmente, me parece que el primer paso es decir que lo que se ha hecho es inexcusable. En el caso de Errejón, yo hubiese desviado la atención hacia la problemática de la vivienda, ejemplarizando con Málaga. Osea, en lugar de decir "esto es la casta que nos tiene miedo" diría "esto es la casta que quiere distraeros de los miles de personas a los que están echando a la calle en lugares como Málaga, que conozco muy bien por mi trabajo en su universidad y dónde he visto que bla, bla..."

    Ah, e artículo de Gerardo:
    http://www.lamarea.com/2014/11/27/podemos-y-las-armas/

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  3. Hace mucho tiempo alguien dijo aquello de que "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra". Incluso hay quien sostiene que todas las historias están contadas en La Biliblia y en Homero. Yo no lo sé, lo que sí sé es que en un país en el que, desde los inefables Cánovas y Sagasta, el modo de funcionar es clientelar, como el que describes de la Complutense. Tú me das esto y yo me convierto en tu cliente y luego te doy eso para compensar y luego...
    Esto explica parte de la crisis, pues no es el mejor sino el amigo el que ocupa el puesto. Incompetencia, en fin.
    Así que fiscalizas a los que deben fiscalizarlos. Me parece bien y, sobre todo, justo. Es posible que los vote en las Generales pero ya veremos con Podemos. Día que pasa, día que peor lo llevo. No me ha gustado esta noticia nada, por ejemplo. Jamás he pensado en ellos como gobierno, más bien como blanqueantes de un sistema que se derrumba.
    ¿Servirá Podemos para que algunos espabilen? ¿Para catalizar cambios? Algún cambio hay: ver a Alavedra, Nuñez y Navarro, dimisión de Ana Mato, ver al mafias de Castellón entre rejas, etc., Es signo de que el enfermo sigue vivo.

    Veremos que pasa. Los próximos meses serán apasionantes aunque en lo personal no consigo despejarme del largo desasosiego que me produce todo lo social y político en estas latitudes. Eso sí, la actitud de Podemos es más productiva que no hacer nada, lo que yo y muchos otros ciudadanos hemos hecho.

    Saludos.

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    1. Uf, hablando de cambio, menuda manada de artículos están saliendo en prensa últimamente sobre la endogamia universitaria. Podemos y su gente podrán gustar más o menos, su presencia en el congreso podrá ser buena o no, pero su aparición en los medios está teniendo un buen efecto. Dicho esto, aún no sé cómo digerir que la Mato se haya ido por corrupta y no por incompetente.

      Dar un voto ponderado está lejos de ser nada.

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