09 octubre 2016

El río



De anchura y profundidad
inacabadas, nace el río
en su propia agua.
Nosotros, como él,
somos agua de la nada
y la parte arrastrada.

Somos nosotros el río que
va siguiendo su cauce:
todo lo acoge y todo lo atrapa;
es el mar su destino,
pero ignora a que distancia. 

5 comentarios:

  1. Buenísimo. Breve y contundente. Muy bueno. Insisto.

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    1. Sí, creo que la brevedad es característica a destacar. Gracias, Julio.

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  2. Ese "ignorar a que distancia" cuánta vidilla que nos da. Como en este hermoso poema también creo que somos agua, nada, algo en movimiento y parte arrastrada. Todo mezclado, todo confuso, excepto ese destino, el mar.
    Un abrazo.

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    1. Es de los poemas que más satisfecho me dejaron: requiere del lector un pequeño esfuerzo de comprensión, dando a cambio un pensamiento global en pocos versos. Y al final el mar, siempre el mar. Si fuese tuyo sería el bosque...Hay cosas que no pueden cambiarse.
      Un abrazo.

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  3. Ese "ignorar a que distancia" cuánta vidilla que nos da. Como en este hermoso poema también creo que somos agua, nada, algo en movimiento y parte arrastrada. Todo mezclado, todo confuso, excepto ese destino, el mar.
    Un abrazo.

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